Los rodamientos son elementos de máquina con una vida útil limitada. Su duración depende de múltiples factores, desde el diseño y la fabricación hasta las condiciones de instalación, prácticas de mantenimiento y condiciones operativas.

Los rodamientos soportan la mayor parte de las cargas durante los movimientos rotativos y alternativos. Son de los componentes que más frecuentemente se reemplazan, muchas veces de forma prematura, provocando pérdidas de tiempo, producción y dinero. En otros casos, los fallos en rodamientos pueden causar daños catastróficos en las máquinas.

Un aumento en la temperatura del rodamiento es indicador de un fallo en el mismo. Los rodamientos de elementos rodantes instalados en bombas tienen un rango normal de temperatura de operación de 140 a 155 grados Fahrenheit. Una temperatura de rodamiento de 180°F se considera típicamente un punto de alarma, y si alcanza los 190°F, la bomba debería detenerse.

Si el rodamiento de una máquina opera por encima de las temperaturas óptimas, es muy probable que exista:

• Desalineación entre ejes.
• Instalación incorrecta, como desalineación con respecto al eje o la carcasa, tolerancias inapropiadas o acabado superficial deficiente.
• Lubricación inadecuada.
• Falla en el sellado del rodamiento.

La comprobación de la temperatura del rodamiento a mano o a través de la carcasa del rodamiento no es un método efectivo para diagnosticar esta falla.

Sin embargo, la termografía infrarroja es efectiva para detectar y medir la temperatura de operación del rodamiento. Sirve como confirmación de diagnósticos realizados mediante otras tecnologías predictivas, como el análisis de vibraciones.