Los puntos calientes (hotspots) son áreas localizadas dentro de equipos o sistemas que experimentan temperaturas anormalmente altas en comparación con su entorno. Estos puntos calientes pueden indicar problemas subyacentes, como conexiones eléctricas defectuosas, componentes desgastados o refrigeración inadecuada. La termografía infrarroja es una herramienta efectiva para detectar puntos calientes, ya que permite visualizar diferencias de temperatura en las superficies. Esto facilita a los técnicos identificar áreas problemáticas antes de que causen daños importantes o interrupciones operativas. Identificar puntos calientes mediante termografía contribuye a la prevención de fallas y ayuda a mantener la seguridad y eficiencia de los sistemas.

