Se diagnostica que un perno está flojo cuando no tiene el par de apriete adecuado, han perdido la precarga, cuando no están roscados o cuando están parcial o totalmente fracturados. Hay dos tipos de flojedad de pernos: el auto-aflojamiento y el aflojamiento por entorno.

Figura 15: Perno flojo de sujección de pata de maquina. Crédito de foto: Lorenzo Soler.

Causas

En términos generales, el auto-aflojamiento es cuando los pernos pierden el par de apriete o la precarga debido a los continuos desplazamientos relativos entre las superficies de contacto que pueden llevar a una rotación gradual del perno o la tuerca.  

El aflojamiento por entorno es causado por asentamiento, deformación o flujo plástico del concreto así como corrosión.

Los pernos total o parcialmente  fracturados generalmente son por fatiga o impactos. También problemas de diseño y de mal montaje son causa de pernos sin roscar o mal apretados.

 

Casos

Mediante inspecciones visuales los casos más comunes de pernos flojos que se diagnostican son:

  • Bancadas de máquinas: anclaje a fundación, base de motor o máquina, pernos de regulación. 
  • Bases de transformadores y torres de potencia.
  • Estructuras y fijaciones.
  • Tuberías. 
  • Acoplamiento de ejes.
  • Tapaderas de tanques y contenedores.
 

Diagnóstico

La detección de los pernos flojos en inspecciones visuales es mediante observación directa (del perno o tuerca suelta, rota o fuera de su posición),  mediante medición del par de apriete o por indicadores de compresión. También hay inspectores que detectan pernos flojos por ruido anormal, por alta vibración o por visualizar el perno o la rosca de forma difusa. 

La detección de pernos flojos algunas veces implica observar el perno desde ángulos diferentes por lo que el inspector debe adoptar posturas no ergonómicas o utilizar ayudas ópticas.

Figura 16: Estructura naval empernada. Crédito de foto: Lorenzo Soler.