Las inspecciones visuales están cambiando drásticamente por la transformación digital del mantenimiento predictivo. Tradicionalmente las inspecciones visuales se han hecho sobre papel. Se crean plantillas que se imprimen en papel para que los inspectores las rellenen en los campos correspondientes. Estos mismos papeles rellenados por los inspectores han servido como informes.
En el caso que no se detecten fallos, el impreso en papel rellenado por el inspector se guarda en una bandeja o folder para papel donde la información y datos terminan en el olvido. En caso que se detectan fallos que requieren una acción, se genera una orden de trabajo en base a las recomendaciones del inspector para mitigar el fallo. Esta orden de trabajo se gestiona normalmente en un software de mantenimiento (CMMS o GMAO). Aún así, la información y datos colectados en la inspección visual se pierden a no ser que se generen registros para llevar tendencias de parámetros, estado del activo e historial de inspecciones.
Si bien en la actualidad las inspecciones son hechas sobre papel, el abaratamiento de dispositivos electrónicos, el uso general de tablets y celulares así como la facilidad de integración de datos por herramientas de software, hacen que el papel empiece a estar en desuso en varios planes de inspecciones visuales.
La transformación digital está relacionado con los conceptos de Industria 4.0 y conlleva a la integración de todas las fuentes de datos de la empresa en el modelo de Espacios ciber-físicos.
En resumen, la digitalización de las inspecciones visuales no es solamente el obtener los datos directamente de forma digital mediante tablets o celulares. También implica estructurar esos datos, combinarlos con otros datos e información colectada mediante otras inspecciones (análisis de vibraciones, ultrasonido, pruebas eléctricas, análisis de aceite, etcétera) para monitorear íntegramente la condición de los activos dentro de un plan estratégico de mantenimiento predictivo.