Un circuito abierto es una falla eléctrica común que puede afectar la operación de sistemas y equipos industriales. Este problema ocurre cuando un componente eléctrico, como un cable o una conexión, se interrumpe y deja de permitir el paso de corriente eléctrica. Los circuitos abiertos pueden ser difíciles de detectar visualmente, pero sus consecuencias pueden ser significativas, incluyendo interrupciones en la operación, mal funcionamiento de dispositivos y riesgos para la seguridad.

La termografía infrarroja se presenta como una herramienta valiosa para identificar circuitos abiertos. Cuando un circuito está abierto, puede producirse una acumulación anormal de calor en el punto de interrupción. Esta diferencia de temperatura es detectable mediante cámaras termográficas, que proporcionan una imagen visual de las variaciones térmicas. Al inspeccionar sistemas eléctricos mediante termografía infrarroja, los técnicos pueden identificar fácilmente puntos calientes o áreas con incremento anormal de temperatura debido a un circuito abierto.

Un ejemplo práctico de detección de circuitos abiertos con termografía infrarroja es la inspección de tableros eléctricos. En estos tableros, los circuitos abiertos pueden producirse por conexiones flojas, cables dañados o componentes defectuosos. Un técnico equipado con una cámara infrarroja puede explorar el tablero e identificar eficientemente las áreas donde ocurre un aumento anormal de temperatura debido a circuitos abiertos.

Falla en un interruptor de protección. Referencia: Termógrafo Nivel II, Nelson López.
Falla interna de un interruptor de protección y conectores en distintas fases en modo de falla. Referencia: Termógrafo Nivel II Nolbys Espinosa Mazón, Central Termoeléctrica (Mariel).